lunes, 27 de noviembre de 2006

11:12


La puntualidad es un hábito que no parece estar presente en la vida de muchos uruguayos. Siempre llegan tarde a todos lados y no es por falta de tiempo sino por dejar todo para último momento.


Uno cree que si tiene que llegar a un lugar a las once de la mañana, con levantarse diez y media, bañarse, tomar el desayuno y salir 10:58, llega perfecto. Claro, no toma en cuenta el tráfico, lo que demora en estacionar, bajar del auto o en tomarse un ómnibus. Ellos piensan que las estrellas se les van a alinear, que apenás lleguen a la parada va a pasar el ómnibus que necesiten, que los semáforos van a coincidir todos en verde o que va a haber un lugar vacío en la puerta esperándolos para estacionar. ¡Qué fácil sería! No sólo eso, sino que ni siquiera piensan en aquellas personas que los están esperando (y lo he comprobado).


Los infelices son los que tiene que bancar la espera de los impuntuales. Se han levantado temprano, han hecho todo con tiempo pero siempre mirando el reloj para no dejar esperando a nadie. Han dejado de hacer otras cosas para salir unos minutitos antes por las dudas de que haya algún improvisto. Y por si fuera poco, al cabo de unos minutos, cuando ven que la otra persona no llegó, se empiezan a preocupar pensando que algo les pudo haber ocurrido. Pobres infelices si supieran que el otro está recién tomando su tan gustoso y gran desayuno.


Así, después, uno ve a gente en el cine con la linternita buscando lugar, otros corriendo a la iglesia cuando el cura les está dando la bendición a los novios; gente entrando al avión cuando faltan tres segundos para despegar o peor aún gente desesperada en el aereopuerto porque perdió el vuelo.


Por ahora la ciencia no ha encontrado remedio para esta enfermedad. Pero bueno, uno se tiene que seguir conformando con la simple respuesta: "Pero si sólo llegué doce minutos tarde"


Thelma

3 comentarios:

pUbLiFrEaK dijo...

Uh! si, si, la impuntualidad. Jaja, gran tema gran. Es un hecho que, cuando uno está apurado, las cosas siempre le van a salir mal. Lo dice la ley de Murphy, no? jaja. Bue...te doy la bienvenida a nuestra comunidad de blogs.

Salú!

Bloody dijo...

Bue, veo que yo soy de las "infelices" de la situación. No hay cosa que me irrite más que la inpuntualidad de los uruguayos.

Todo para último momento: sacar las entradas el último día, vestirse un minuto antes de que te pasen a buscar, etc.

Y así estamos...

Thelma y Louise dijo...

jaja, ni me digas a mi... no hay día que no sea una "infeliz" y para peor siempre pienso que van a cambiar. Creo que nacen y muren así, no?